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La
Fantasía se define como la facultad del ánimo de reproducir por medio de
imágenes las cosas pasadas, de representar los pensamientos o idealizar
las cosas reales. Imaginación. Ilusión de los sentidos. Adorno de moda.
La fantasía según la definición de Wikipedia es producto de la imaginación.
Algo que no es real, sino que existe solamente en los sueños o
pensamientos de alguien. En la literatura, por ejemplo, se asocia el
«mundo onírico» (mundo de los sueños) a la fantasía, en contraste con el
«mundo terrenal» o mundo real.
Pero más allá del concepto aceptado por estudios formales como la
psicología o psiquiatría, los productos de la fantasía pueden ser también
reales, pero pertenecen a una realidad diferente a la que cotidianamente
aceptamos.
La realidad cotidiana u ordinaria pertenece al mundo de la lógica, a lo
concreto, sólo a lo que podemos comprender con nuestra razón o con
razonamientos adquiridos y normalmente aceptados como válidos.
Por ejemplo, el «mundo onírico» es tan real como el que experimentamos en
la vigilia o quizá más, porque en él permanecen con vida incluso los
muertos y son posibles grandes hazañas que por lo limitado de la razón no
son posibles de realizar en el plano material que nos encontramos.
En otro ejemplo, los indígenas Guirrárica o Huicholes, en México, no dudan
que las vivencias (visiones y otras percepciones de los 5 sentidos) a los
que llegan por medio de la ingesta de cierta cactácea conocida como
Peyote, son vivencias reales pero en un mundo diferente al que estamos en
estado cotidiano.
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Un cuento de hadas es una historia con personajes folclóricos tales como
hadas, duendes,
elfos, trols, gigantes y otros. El cuento de hadas es un
subgénero dentro del cuento. Estas historias involucran con frecuencia a
príncipes y princesas, y las versiones modernas suelen tener un final
feliz y una moraleja. En las culturas donde los demonios y brujas se
perciben como seres reales, los cuentos de hadas pueden fundirse en la
narrativa legendaria, donde el narrador y los
oyentes consideran que el
contexto tiene un trasfondo histórico. Sin embargo, y a diferencia de las
leyendas y épicas, los cuentos de hadas no suelen contener más que
referencias superficiales a la religión y a lugares, personas y sucesos
reales. Aunque estas alusiones son con frecuencia críticas al comprender
los orígenes de estas evocadoras historias.
Mucha gente, incluyendo a Angela Carter en su introducción al Virago Book
of Fairy Tales, ha señalado que una buena parte de los cuentos de hadas no
incluyen hadas en absoluto. Esto se debe en parte a que el término
«cuentos de hadas» procede de la expresión francesa contes de fée, que fue
usada por vez primera en la colección de Madame D'Aulnoy en 1697. Como
Stith Thompson y la propia Carter señala, los animales parlantes y la
presencia de magia parecen ser más comunes a los cuentos de hadas que las
propias hadas.
Algunos folcloristas prefieren el uso de término alemán Märchen para
referirse a los cuentos de hadas, una práctica respaldada por la
definición de Stith Thompson en su edición de 1977 de The Folktale: «Una
historia de cierta extensión que incluye una sucesión de motivos o
episodios. Se sitúa en una mundo irreal sin localización ni criaturas
definitivas y lleno de maravillas. En esta tierra de nunca jamás los
humildes héroes matan a sus adversarios, heredan reinos y se casan con
princesas.» (Thompson, 8) |
La fantasía siempre ha estado en la mente de los hombres en todos los
momentos de la historia, últimamente con la era espacial, las computadoras
y los adelantos científicos la fantasía se esta perdiendo, solo quedan los
cuentos de niños, los que repetimos a nuestros hijos, pero dejamos de
creer en esos seres fantásticos, las hadas, los duendes y todos los seres
elementales. En otros tiempos, por ejemplo en el Medioevo, esos seres se
creían reales, tanto que fueron plasmados por algunos autores en hermosos
cuentos que perduran hasta nuestros días.
Si dejamos perder la ilusión, la nada se puede apoderar de nosotros, si no
encendemos la chispa en nuestros corazones y realmente creemos que cada
vez que alguien dice que no cree en ellas, muere un hada. Pero en el fondo
los seres humanos somos como niños en busca de un mundo que se considera
irreal pero sabemos que existe sino no se llenarían las salas para ver
películas como Harry Potter o El Señor de los anillos, así que espero des
rienda suelta al niño que tienes adentro y disfrutes de estas paginas.
No dejemos que en un lugar de la tierra por nuestra incredulidad muera
este mundo feérico...creo fervientemente en las hadas y los duendes, se
que mas allá de nuestros ojos y nuestro tacto, existen dimensiones que
algún día el hombre podrá conocer y cuantificar científicamente, y hay
inmensidad de seres que nos acompañan y nos ayudan, cada cual en su misión
y espero convencerte a ti también de esta mi verdad.
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